Andrés Bello muerto de hambre en Londrés no se imaginó santo de gente que quebró la gramática de la lengua
un poema que vaya a la Universidad y no aprenda un coño
celebrando el primer parcial del semestre con los panas
echándole los perros a las amigas de la novia mientras se llega al achante
y sale el primer valiente a decir yo pongo tantos pala vaca
bebiendo miche con yogurt líquido de fresa
tomando cerveza con chinotto mezclando
whiskey 18 años con cocacola
tragando anis con canelita
guarapa pala playa
meneándose con la última ola que hizo sonar el Caribe
salsa apretadita merengue agachao bachata aguampachao reguee para pedir milagros
SEMANA DE FINALES
tu que no creías en Nadie
Simón Rodríguez y sabías que uno tenía dime mañana que saber para la vida
todo lo que no sé ——————–> todo lo que no quiero saber ———————-> toaesamierda
dame la fuerza para adivinarlas y pegarlas
mañana en el examen porque
EDUCACIÓn es =====a O INVENTAMOS O ERRAMOS VeRdAdErA
en el nombre de la Santa Corte de los Letrados de las Tres Potencias del espíritu santo Cristo dios y toda la santísima trinidad Yemayá Ogún y Eleguá en el inicio de las clases el profesor no era un viejo mamawebo ni la profesora una vieja loca la peasoe perra esa cuando uno se inspira nadie puede contra este lápiz n2 este portaminas 0.5 que no aguanta otra click más escribiendo las chuletas rezadas frente a la estampita de la cartera respirando sin miedo con el pulso firme para transcribir del cuaderno al papel revisando el celular las redes y la ventana cada cincuenta segundos pensado en la panita del panita que está como pameterle cuadrando la rumba del finde semestre
arrecho porque no han depositado la beca en un país donde la gente lo que tiene es hambre
yo tengo pal desayuno y quiero llegar bien al almuerzo y campanear whiskys antes de dormir
aquí se pasa y si no se pasa la sueltas y si no la sueltas la sueltas y si no la entregas y si no
/cualquier panita por unas lucas hace que llueva de esa que no moja pero empapa
diez no es mitad diez es alto cielo sobre el firmamento
diez es un binarismo cero y uno
veinte no es veinte ni que lo pongan a hacer ejercicios
gordo feo jamás seré como tú yo soy un tipo así como el poeta dijo El Tipo diez es diez y lo demás es monte la culebra se la dejas a los becerros que arman coro y se guindan de las bolas graduao en la única Universidad que da trabajos con sueldo HCM y cestatickes que
/sí alcanzan la Universidad de La Vida ULV entre esas nalgas que lo que te viene es candangal
o que pasa es que cuando la poesía dejó la culta Europa le cayó el hampa subiendo del puerto
y mira Bello cada vez que viene tu nombre a mamawetearme la vida
me trago una sopa de letras y salgo cantando con título incluido y me traes la cuenta que eso de licenciado es de mesonero Andrés tú que sabes desto porque el hambre te daba donde es ahí mismo
donde le sigue dando a la gente porque aquí todos quieren ser ricos y famosos últimamente sólo les queda la fama y la vaina está demasiado cuchillo con liguita en esta verga todos quieren ser Bolívar nadie le juega al Miranda precursor yo????
N I D E V A I N A
a mí me dio por ser Piar porque la verdad compa es que nos tienen miedo la gente como tú nos tiene miedo ve rostro conejo y métete tu casita de letras por donde mejor te la puedas escribir óyela óyela óyela es la multitud del pueblo pirata en pinta
En la celebración de los diez años de trayectoria de Desorden Público en el año 1998 antes de cantar “Políticos paralíticos” (canción que fue censurada por el gobierno de Jaime Lusinchi en plena campaña electoral presidencial) Horacio Blanco vocalista de la banda dijo: “esta canción fue escrita y cantada desde hace diez años. Es lamentable que aún muchas de las cosas que se dicen en ella sigan teniendo vigencia, pero es así”. Su rostro y la gestualidad de su cuerpo mostraban una verdadera molestia, era como sí literalmente se estuviese raspándo una costra adherida a la piel. Como librándose del puño que le había sacado la piedra hace diez años. Y continua: “es lamentable haber generalizado” levanta el dedo índice de la mano izquierda demuestra la rabia de un muchacho, no de esa banda que está ahí tocando frente a las cámaras, consagrada. No es el Desorden Público que se ha montado en tarimas afuera del país, que ha ganado disco de oros, que ha pegado canciones por semanas en la radio. No. Es un muchacho que se levanta y les recuerda a quienes lo ven que hace diez años estaban diciendo verdades, que sabían lo podrido que estaba el país, que le habían encontrado el truco al aparato del estado mágico todo poderoso venezolano y los callaron.
La cámara se acerca, hace un closeup. Se le ve la cara llena de eso que los venezolanos conocemos como arrechera. Se le ve con ganas de hacer sonar la guitarra con la misma rabia que genera la censura, con la misma impotencia que se crea cuando los bancos quiebran y los banqueros se van de viaje al extranjero a vivirse la vida de lo lindo. Pero, por sobre todo, hacerse sonar con la terrible marca de no haber sido tomado en cuenta porque en el país donde la juventud tanto se celebra, había que prohibir ser joven, había que reducir a nada cualquier tendencia crítica inteligente que les prendiera la cabeza a los muchachos sin hablarles del che, ni de la revolución; sino por abrirle los ojos. Hace diez años se le castraba la vida a los muchachos, continua: “pero también por ahí una vez nos dijeron a todos “generación boba”. Así que ellos también generalizaron.”. Hay que recordar quien acuñó esa frase. El autor de la noción “generación boba” es Edmundo Chirinos. La entrada de su nombre en Wikipedia dice: “fue un asesino, violador, psicópata, psiquiatra y político venezolano”; fue rector de la Universidad Central de Venezuela y entre las grandes acciones de su gestión se le recuerda por haber sido uno de los presuntos autores intelectuales de la masacre a un autobús de estudiantes de la UCV del núcleo Aragua; también fue psiquiatra de Rafael Caldera, Jaime Lusinchi y Hugo Chávez.
La cámara se acerca, la música se va acelerando y se ve mejor rabia de Horacio Blanco por haber sido doblemente aminorado durante su juventud: primero por un psicópata quien agredió intelectualmente a toda una generación de venezolanos, esos que nacieron entre 1964 y 1974 (que debe ser la generación más agredida en nuestra historia); luego por un gobierno que censura las canciones de Desorden Público. Es decir, se destruye al individuo a quien se le quita la voz y el derecho a expresarse y por otro lado los poderosos celebran la falta de voluntad de los muchachos en alzarse. El gesto de agresión es realmente asqueroso. A esta gente, a estas personas que les tocaría empezar la adultez en la peligrosa década de los noventa y alcanzar la madurez en la revolucionaria década de los dos mil los castraron de chiquitos. Les escupieron en la cara, los humillaron, los hicieron sentir tan impotentes que les podían decir bobos y bobos se quedaron. Luego de haber soltado esas palabras, de apretar los labios, de ver como los ojos le echan fuego y escuchar cómo el público (parte de la generación boba) ovaciona, dice: “¡Y no es justo!”. Y por supuesto que no lo era. Y me pregunto: ¿cuál era la opción de estos muchachos para no ser bobos? ¿Estar conectados con la alta esfera política bipartidista?, ¿Ser unos dementes que violan a sus pacientes psiquiátricos bajo los efectos de sedación profunda?, ¿seguir los alzamientos militares de una generación más viva, más avispada, más criolla?, ¿quemar cauchos en frente de los portones de las Universidades esperando la llegada del día en que las cosas cambiaran? ¿No había una oportunidad para ser original, para proponer un discurso inteligente? Al parecer les tenían mucho miedo.
El poder le teme a los que piensan, eso se sabe. Por eso, Emilio Lovera se la pasó la primera mitad de los noventa echando chistes mientras deconstruia bloque a bloque las taras que se ocultan bajo el disimulo de las instituciones gubernamentales, sociales y económicas. Porque al contrario de Desorden Público no les tiraba de frente. La comedia inteligente de Radio Rochela podía ser aceptada, más aún era necesaria para poder regodearse de lo perfecta que es la democracia. Nos enseñaba a reírnos de nuestras desgracias, a pasar el trago amargo con saliva y miel. Pero, esos muchachos armados con bajos, guitarras, metales y tambores resultaban incómodos y peligrosos. Lejos de ser bobos, les cantaban en la cara lo que eran a lo políticos: paralíticos. Los montaba en una silla de ruedas, los inmovilizaba, los sacaba del juego político demostrándoles que por muy generación del 28, por muy generación del 58, por muy padres de la democracia eso de haber actualizado el caudillismo en un esquema de toma y dame prolongado hasta la decrepitud del viejo verde que se hace zángano en medio de un chiripero y se corona presidente mientras se le cae la baba de lo viejo. Y ahí estaba diez años después, en un estudio de televisión con una camisa negra que dice “Cuba”, seguro de que el golpe cuando se devuelve duele y doblemente duele y tumba. De fondo se lee “desorden público diez años”, se ve el emblema de la banda y debajo del hombrecito con el sombrero la palabra “ska”.
Horacio abre los brazos, como abría los brazos Carlos Andrés cuando daba discursos en los que se metía en un solo abrazo a toda Venezuela y media oposición. La cámara enfoca al público que se siente representado, que ha respirado la anhelada redención y frente a los televisores en las casas de los bobos vemos las caras de esas personas que son tan parecidas a nuestras caras. Y de repente todos estamos en la televisión mientras la generación boba despertaba y nosotros crecíamos sabiendo que Venezuela no era el mejor lugar del mundo, que ya todo se había ido a la mierda. Vuelve la cámara al vocalista de brazos abiertos que sonríe como sabiendo que ganaron una pelea y termina: “Con su permiso MTC [Ministerio de Transporte y Comunicaciones] “Políticos Paralíticos” después que la prohibiste, aquí está. ¡En televisión!”. Hay que detenerse en lo fugaz del instante, en la efervescencia de la multitud que empieza a bailar alegre, y que con estilo y cara de goce ya ha olvidado lo que es esta canción. Mientras de Horacio Blanco le decía “con su permiso” a la institución que bajo la dirección de otro partido lo había censurado. Como si de sacar a bailar a una muchachita frente al papá y la mamá se tratara. Pero inmediatamente contraatacan envalentonados y guapetones porque aquí vamos con todo “en televisión” el único lugar donde las cosas pasan. Hay que destacar que le habla a la institución, no al gobierno, reconoce que el problema está en la estructura, en el aparato. De alguna manera todos somos bobos y paralíticos. La cuestión depende de quién dice “bobo” primero y quién responde construyendo un espacio sónico donde exista la posibilidad de destituir el poder de sus funciones. Toma el micrófono sostenido en el panal entre sus manos se le ve sonreír porque se han saldado las cuentas. No eran bobos y por pura cosa ese tiempo que va del 88 al 98 lo ha demostrado. Lo importante acá está en el acto de reconstitución de la fuerza política existente en la juventud, sin alabarla, sin deificarla, sólo muestra su estado de potencia que es, quizás, la única manera en cómo puede funcionar efectivamente.
II
Desorden público es, quizás, la agrupación musical venezolanas con mayor contenido político en nuestra historia democrática. Su mismo nombre es un gesto político que invita a la rebelión. En la canción “ska de acá” (1990) anuncian: “este desorden no es el único/ todo el mundo es un desorden público/ todo acá está hecho un desastre/ solo falta que nos invadan de marte” luego el ska que es de “acá y no de allá” hace que los marcianos lleguen vía Cuba citando a la Orquesta Aragón al hacer sonar al chachachá más famoso de la galaxia. “Ska de acá” concilia de cierta manera a un país que no debe preocuparse por ir de mal en peor, sino que debe aceptar de una buena vez por todas que está mal. Asíaunque sea se podría estar de acuerdo en algo y hacer del esfuerzo individual un esfuerzo común. Y es ahí donde está la potencia de esta canción. Si todos en Venezuela aceptáramos el desorden público, la generalización progresiva del caos, el desastre económico, la corrupción política institucionalizada, la marginación de la población. Si dejáramos de disimular por un rato para estar de acuerdo en que “todo está hecho un desastre” nos daríamos cuenta de que “todo el mundo es un desorden público”. Si se cree que esta canción está acusando a alguien o a un grupo específico se está equivocado. “Ska de acá” llama a la unión y la madurez de los venezolanos que ante cualquier problema les es más fácil culpar a alguien o a algo que aceptar la responsabilidad de sus actos.
III
Durante la noche del sábado 29 de noviembre Desorden Público se presentó en el Festival latinoamericano de música “Suena Caracas”. Este concierto organizado por la Alcaldía de Caracas con el apoyo del BANDES (Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela) fue criticado ampliamente por la oposición venezolana al Gobierno Revolucionario como un evento suntuoso en tiempos de crisis; los adeptos al gobierno chavista, por su parte, reaccionaron ante la inclusión en el cartel de artistas opositores a la administración de Maduro como Chino y Nacho (algo tendrá esto que ver con que son cantantes de reggaetón). Desorden público tocó en la tarima de la Plaza Diego Ibarra en el centro de Caracas (escenario principal del festival), fue la última agrupación nacional en tocar antes de que subieran los invitados internacionales Cultura Profética, Aldeanos Rap y Café Tacuba. La noche del viernes publicaron en su cuenta de Facebook: “Mañana a las 5:00 PM, bien puntuales, nos presentaremos en el Festival Latinoamericano de Música #SuenaCaracas… con alma, con sentimiento, sin censura, ni autocensura, Desorden sigue en la calle! Los esperamos, Paz, Salud y Ska”. Es necesario resaltar lo que estas palabras significan en el contexto artístico cultural venezolano donde artesanos, músicos, escritores, fotógrafos, directores cinematográficos, actores, artista plásticos y visuales se han negado en varias oportunidades a participar en festivales, bienales, premios y producciones audiovisuales con participación del Estado venezolano. Ese mismo estado mágico que antes había censurado a los muchachos de Desorden Público con otros colores y otros nombres gobernando, ahora le hace la tarima para cantarle a la ciudad de locos corazones, al valle de balas, a los que lloran por un dólar, a los que el poder emborracha, para mostrar dónde va a caer la piedra esta vez.
En pleno concierto antes de comenzar la canción “todo está normal” que se dice será lanzada en el 2015 Horacio Blanco dijo: “esta canción le planta cara al tema de la corrupción, es la verdad. Y escúchenme una cosa, escúchenme una cosa. Estamos tan de acuerdo, estamos todos tan de acuerdo…”. Para quienes asistían a la transmisión del concierto por alguna de las televisoras públicas se acabó el concierto. La señal fue interrumpida. Adiós luz que te apagaste. Fue entonces, cuando la potencialidad política de la banda, ese nervio neural que le mide el ritmo cardíaco en ska a la sociedad venezolana se desplegó ante la multitud. Haciéndole honor a sus palabras “sin censura, ni autocensura”, pero para que esto pueda estar completo la transmisión en vivo por medios de comunicación del estado venezolano donde la única corrupción que existió en el país fue durante los cuarenta años de la cuarta república debía de mantener la transmisión. ¿Qué tan peligrosa puede ser una voz que difiera de la todo poderosa unidireccional voz chavista en el cuerpo de tantos “yo soy Chávez” durante un concierto televisado? Las palabras que cité tuvieron una duración de 11 segundos. Once segundos y la máquina del poder se activa para (sí se repite la historia) anular la voz de está gente que nos canta el desorden público que somos. 11 segundos montados sobre la tarima donde la máquina estatal se representa a sí misma ansiosa, armoniosa, plural, abierta. Ese es el tiempo necesario para cortarle las piernas al poder en su propia casa, para mostrarlo paralítico. ¿Cuándo fue la última vez que en la televisión se le pudo decir al gobierno sus “cuatro vainas”?, ¿Durante la primera y única mesa de diálogo entre gobierno y oposición en abril, en los diez minutos de Henrique Capriles, en ese último respiro de la MUD? Qué hubiese pasado si se transmitían 11 segundos de televisión de enfrentamientos entre la Guardia Nacional y los estudiantes de Mérida en Febrero de este mismo 2014. Eso fue hace nueve meses, una vida nace en ese tiempo. En nuestro país, en nuestra memoria eso no existe. Es importante olvidar las cosas importantes, es necesario hacernos los que no sabemos nada, seguirnos mintiendo por otro rato más de que esto no es un “desorden público”. Que la culpa de lo que tenemos por país ahora no es más que de Chávez; y que Chávez es culpa de la 4ta; y la 4ta de Pérez Jiménez; y Pérez Jiménez es culpa de los primeros intentos democráticos Adecos vía golpe a Medina; y Medina de las ganas impedir que Eleazar López Contreras se convirtiera en un Gómez; y Gómez es culpa de la incapacidad de todos los gobiernos liberales del diecinueve en cumplir sus promesas; y los liberales estaban para librarnos de los godos y todos esos Páez, Monagas, y Soublettes que se gastaron la juventud repartiendo machetazos para quitar la bandera española de los frentes de los edificios públicos; y los españoles culpa de Colón; y la máquina imperial española culpa de dios que puso en 1492 a Rodrigo Borgia en el papado, a Fernando II en la corona de España, a los moros de vuelta a África y a Nebrija en la gramática. La situación del país jamás puede ser culpa de alguien, aunque sea no de nosotros ciudadanos comunes y corrientes, vividores eternos de lo fácil, bebedores padres de familia, bailadores buenos, comedores de frituras, paridoras al por mayor, especuladores del comercio, la vida y la fe. No, esto no es culpa mía, ni tuya, ni de nadie. Por eso sacan a Desorden Público del aire. Por eso, Desorden Público es el enemigo número uno del estado mágico venezolano. Antes, mañana y siempre hay que quitarles la voz no vaya a ser que en un arranque de honestidad, como quien está acostumbrado a ver caer una gotera de una manguerita rota en el lavamanos del baño diga “si nos van a seguir robando, aunque sea cámbiennos los ladrones”. Porque no se andan cayendo a mentiras, porque han aceptado desde el principio que son estrellas del caos, hijos de este prodigioso desnalgue llamado Venezuela. Y si su música ha llegado al mundo es porque bien han sabido ser venezolanos sin pena ni vergüenza; han escapado del perverso sistema del disimulo y llaman al resto a seguirlos. Han hecho de lo venezolano un gran artefacto cultural que suena bien pegado a este lado del sur, bien puesto en esta costa del Caribe y se repite una y otra vez que es de acá y no de allá. Como diciendo así suena Venezuela.
Preguntamos ¿qué es lo popular en Venezuela? y nos da por pensar en el desfile bicentenario de la independencia venezolana, y aquel gran mosaico de lo popularoso, de la fascinación por lo “popular” esa celebración del interior invadiendo la capital al mejor estilo de “Un llanero en la capital” de Daniel Mendoza. Lo popular está quizás mal entendido, la cultura quizás, tradicional, local se mimetizó en un intento de la Venezuela democrática, esos cuarenta años de experiencia prechavez, donde la cultura estaba relacionada en un gesto de integración al “progreso nacional” a todas esas representaciones de los giros de Timotes, el galeón margariteño, los timbales de San Benito en los alrededores del Lago de Maracaibo, los carnavales de Carupano, la cruz de mayo, Los Diablos de Yare, los Yanomamis de Amazonas, los coleadores de Guarico, los llaneros cantando cantos de ordeño en tonadas de Simón Díaz, maracuchos cantándole gaitas a la Chinita… todas representaciones locales que confirman un ideario nacional trastocando el sentido de lo tradicional por lo popular. Si pensamos en lo popular como algo más pop, no pienso en Warhol, sino la canción “Taboga” cantada por Oscar de Leon sonando en plena rumba dentro del prostíbulo de “El pez que fuma“ (1976) película de Román Chabould; en Servando y Florentino dando una vueltita meneando las caderas cantando “De sol a sol“; en Gilberto Correa y Maite Delgado siendo presentadores del Miss Venezuela; en Amador Bendayan presentando a Michel Jackson en Sábado Sensacional; el derrotado golpista Teniente Coronel Hugo Chávez diciendo “por Ahora”. Lo popular, eso que la radio y la televisión fijó en el imaginario colectivo otorgando una representación más doméstica, más íntima, más propia sin el desparpajo y el disimulo de hacer del líquilíqui el arpa, el cuatro y las maracas Lo Venezolano, lo popular, la impostura absolutamente desconectada de la realidad. Como si la nación tuviese una conexión real con unos símbolos endebles e insostenibles: un himno que suena a canción de cuna, un escudo representación terrena del paraíso y una bandera producto de un romance de Miranda con una Catalina II de Rusia. Esa normalización de lo popular como algo que “esta por celebrarse” como dice Cabrujas, entra en a agenda del Estado como una presunción necesaria para imponer una voluntad de verdad que apela al sentir del cuerpo nacional, esos pobres hombrecitos que se disfrazan para recordar algo que solían ser antes de que el petróleo apareciera y arrasara con todo… Esa nostalgia obligada por volver al conuco y a la cofradía deviene en dispositivo de control estatal que aleja a los venezolanos de sí mismos y no les permite nombrarse ni representarse en su total dimensión, el templete, la feria patronal, el desmadre, la hora loca, la celebración del matrimonio, quince años, bautizo, primera comunión y pare de contar cualquier motivo de celebración. Después de los tragos cuando los tíos más serios empiezan a sobar a las amiguitas de las sobrinas y las tías empiezan a desmadrar de sus maridos. Taboga, ese bolero lentisimo interpretado por La Dimensión Latina en la voz de Wladimir pero que no puede sostenerse en tanta seriedad, tanto rictus obligado y Óscar D’Leon entra para “republicanizarlo” para hacerlo venezolano, gritos, rochela, y mamadera de gallo, como si fuese imposible sostener la tristeza, soportar el desconsuelo, acumular la nostalgia. Del llorón “Taboga, Taboga mía, ya no te puedo olvidar” se pasa al alegre despechado que celebra la desgracia, como si no hubiese otra forma de vivir, como alegre de saberse tomado por la falta, por la ausencia del objeto deseo, no hay espacio para guardarse, no hay cabida al ahorro, es incontenible la celebración el desparpajo, el chiste. Parece ser que la manera de disminuir la carencia es asentándola, exhibiendo la falta, sobredimensionarla, celebrarla hace que lo que no está exceda su significación generando grados nuevos para nombrarse, haciendo del sentir eso que la lengua parece no alcanza decir. De igual manera, lo popular ha sido ordenado como algo que dice poco de lo que somos, codificando un imaginario que en tanto que se muestra como institución cultural deja abierta infinitas posibilidades para desmontar el cursi discurso del Estado protector y propulsor de lo venezolano, acentuando las diferencias, relegando a zonas opacas los estados del sentir de la nación que esperan un desliz, la aparición de un síntoma, un gesto para gritar eufóricos hasta el paroxismo, borrachos de alegría por el desconsuelo “Taboga, Taboga mía ya no te puedo olvidar” y exhibir la carencia, la falta, eso que excede la lengua y no disimula.
Quizás el mejor ejemplo de esto que intentamos explicar esté condensado en el video de la canción “La vida mejor” de la Vida Boheme (reproducir video abajo); donde se muestran escenas de la cultura poPular venezolana mientras la canción habla con la lengua rota de los jóvenes migrantes. Hay un tono de entrega voluntaria hacia el desarrollo de una vida que necesariamente no deba ser interrumpida por la nostalgia de quien se va. Este tono melancólico es sostenido hasta el coro del “como no voy a llorar” que parece contener la materialidad sónica del “se sufre pero se goza”. La aparición de la comparsa de bailarines, la representación del miss Venezuela y la entrada de los instrumentos de metal produce una escenificación de la rochela que jamás nos permite terminar la rumba. Aunque el país ya no dé más para el disfrute y haya que migrar la fiesta tanto como la pena se lleva por dentro. De repente, en las últimas escenas del video en pleno apogeo coreográfico, antes de que se acabe el show, se vienen a la mente escenas de miles de jóvenes venezolanos cruzando el puente de cualquier puerta de embarque que los monta en un avión para vomitarlos en cualquier lugar del mundo. Gente nacida y crecida en Venezuela que más que nada se llevan lo que han visto y lo que han oído. Y se repiten una y otra vez sonriendo “cómo no voy a llorar/ cómo no voy a llorar/ cómo no voy a llorar/ si tú te vas”.
un poema que diga toda la mierda de donde venimos /para ellos que aman comernos un poquito de miseria exquisita sobre este mar de efectivo liquido que suena a bolero de esos que mi viejo le cantaba a sus amantes mientras repartía lecciones de galanteo entre los machos de la manada Caso 1 jabón Camay y un camión cisterna para el rancho y la suelta Caso 2 Torontos en la oficina todas las mañanas por dos meses y el último día a coger sereno Caso 3 tarjetas prepago de 20 para cualquier línea y las conectas Caso 4 quiero comprar para ti una casa bellay ahí está el padre de tus padres dándole con todo a tu /madrecita santa
la zorra la puta la destructora de hogares madre de mis hermanos naturales consolando al padre cada vez que le da la vaina esa de sentirse culpable por parecerse tanto a su mismo padre mientras la madre y señora dueña de todo y todos engorda en casa más y más y un poco más ahí donde la grasa es el mejor síntoma del progreso la pereza los cachos la resignación la comodidad y la familia oliendo a aceite evaporado con esencias de estreñimiento prejuicio y frigidez esos muchachos hijos de la loba que se lo comió enterito en el margen de los mejores polvos de la historia en los caldos del santo más sabroso un primero de mayo a las orillas de cualquier río debajo de los puentes donde las muchachas van a medir el espesor de sus senos adolescentes
nuestras madres esas que jamás conocieron el grito en la punta de la lengua no fuera a ser para maldecir la palabra amor mil veces en la memoria de un contrato caduco prometiendo más de lo que puede dar antes de que un malandro les robara el anillo un poco después de pagar el primer crédito en el banco la casa nuestro gran orgullo donde estaremos encerrados la vida entera las paredes aprenderán a llorar con nosotros mientras nuestros santos grandes padres nos enseñan verdaderas lecciones de patriotismo bailando dale que no le has dadocogiéndose a cualquier escoba con falda haciendo chillar a los ovarios más cuatriboleados del continente forjando una estirpe de luchadoras que creen en un futuro mejor donde las batas estén menos percudidas y las cirugías sean más baratas
unos versitos que le canten a una camisa azul ay quédate hoy no vayas al colegio las rompe virgo de siempre acabando con barbieslooneytunes y payasitas nifu nifa el Kino después de doce paga y a quién no le va a gustar estar que tire la primera piedra el pajuo que arrugue la cara m a r i q u i t o t r i s t e te da arrechera la palabra rico porque no la comprendes gritando leo leo leo leo leoooo saliendo borracho del estadio vas a buscar a un tranfor para que te coja y te mitigue la tristeza de no tener las bolas para ser hombre y amar a otro hombre como dios manda cuando de carajito saliste del coño de tu madre
en esta nave la única regla es todos contra todos agarrado del tubo del autobús recostándolo contra unas nalgas mientras se susurra en un oído tú me quemas cuando me abrazas y me mimas tú me quemas cerquita del cuello soñando círculos de abrazos atragantado de ganas así como el tío respetable siempre metiéndole mano a las amiguitas de la sobrina en el trencito de los quince años vamos negro pala conga me lo dijo mi mamá abriendo la puerta del carro abriendo piernas tranquila mi niña eso es la puntica no más manchando la memoria regando las ganas quebrando la frontera ahí donde el partido empieza a fundar la nación la patria el gobierno el estado la república arroz con mango y gozadera total que la barriga de ella es de un fulanito de tal mes a mes el cheque llega año a año la gente crece el pueblo crece la arrechera crece dan ganas de patear cabezas como queriendo ver otra vez manchas de sangre en cualquier superficie esta verga bien dura aguanta lo que le pongan todo menos los copetes levantados con secadores por peluqueras conocedoras del /secreto de la vida
malo malo malo mami qué será lo que quiere el negro sonándole una y otra vez en la cabeza a la doña que la tiene seca usted señora siga soñando con viajecitos siga en su nubecita en su burbujita siga en su vida forzada de cartón piedra dele alimento a esta máquina deseante erguida que viene con todo a reventarle los muslos con sabor a café cacao y sangre que nos brota en las venas de esclavos esta espumita no va blanca venga para ensuciarle ese colorete y montarle cinco barrigas de esas que no paren pero se hinchan donde la rabia crece y crece en el nombre del padre pa con pa papa pa con pa papa pa con pa papa sin acento porque no hay ganas de ser papá donde la cosa falta es donde hay de sobra venga venga que estamos repartiendo plan de machete y somos un Ministerio
quiero escribir un poema con toda la mierda que somos un poema arrecho que hable la lengua de los santos de Sorte cantando Tabogacon Ismaelitobajado un poema para llevarle flores en medio de la Francisco Fajardo un poema asesino que haga llorar a las madres de los muertos un poema que Chávez cante montado en una tarima cuando resucite en el cuerpo del nuevo alucinado por venir un poema que se meta debajo de las uñas para rascarse cuando los zancudos pican cuando la piel se hincha y arde chiquitico una vaina que retumbe a rumba de negro escapado a carajita oliendo a shampú y desorante a ven padarte donde te gusta aunque me voltees la cara
una cosa que tenga una lengua grande grandota inmensa que mis amigos poetas se les levante el copete burguesitoburguésaburguesadoacomplejadoshito que eso no se dice para salir con los panas por las calles y bailarPan con mortadela mondongo y cachapa después de tres cervezas un domingo darle golpecitos en la espalda a los carajitos de la familia y decirles
echo el webon chamito cuando seas grande vas a batear más jonronesque Cabrera somos unos tipos depinga que hasta diciendo mentirasdecimos la verdad
ahmalaya quien preñara a la novia para que le digan papá y la caraja se sienta más mujer que DiosaChiquiLila Pilín y Manuela para que venga una desteñida a decir aplausos y risas gritando bien fuerte amigos del Poliedro y celebrar la belleza entre colchones de kilos de dinero que no valen nada inventando un sistema métrico para medir la arrechera ven a darme si te tiras y si eres tan valiente que aquí lo que hay es pueblo guardia de noche y día para cazar un kilo de lo que sea sonreímos felices con cara de adictos a tanta cosa bellaque da esta tierra tigreñitas morenitas catiritas chiquiticas flaquitas gorditas #NawebonadaLoDeseo con una barriga más grande que el Roraima y la mamá de uno muerta de felicidad celebrando que es abuela CARAJO! vaya usted a ver aquella vieja llena de alegría entrándose a coñazos con la nuerita a ver quien cambia pañales mientras la enfermera se resbala y pela dientes nojoda que vaina más depinga
cuando me dijeron que no había monte creía que era echando vaina entonces salió Yoifre y el Oriente sonriendo tragando Nuvo portando unas bichas más grandes que muchachitos que juegan semillita no hubo nadie que parara aquella vaina porque nos creyeron pendejos ahí fue cuando apretaron bien duro y tragaron grueso porque yo lo que creo es en nadie estoy que me corto mi propia mano y a coro cantando todo el mundo moviendo el wiro
pásame la yesca y pónmela en el aire que de todo este carro e locos quedamos muy pocos creían que la vaina era jugando que iban a meternos el dedo somos multitud así como cuando nos disfrazamos de vinotinto nos hacemos los panitas y gritando gol más atrás nos gritan toma papáááááááááááá –arrastraíto– bueno marico así /así mismito / con todo / sin papel para que te limpies porque no hay
bendita sea la plancha tabuladora racial cabello liso a la fuerza convirtiendo a cuanto tentempíe y salto atrás haya en mulaticos desta hacienda donde todos somos capataces y mandamos al cepo a todos los negros
y que viva el mestizaje
estar borrachos la única cosa común conocida compartimos esa alegría espumosa de ser más grandes más arrechos que cualquiera yo mismo soy yo soy el tipo ay papi ay gordo ay cállese la jeta los he visto nos he visto tantas veces que me la sé de memoria golpe de cinco de la tarde en la playa tirando la una en la fiesta de salón me van a venir con cuentos a mí –> aaaaaaaaaa míííííííííííií que se me cae la baba dormido recostado contra el vidrio de regreso a casa que bo las a Airtonmismo bajado a la tierra encarnado en la carne de mi carne nada nos detiene entras de visitante y sales como local porque tienes sed de ti mucha sed de ti pégate a la que es orgullosamente venezolanoNOJODA y gritar bien fuerte y que lo escuche el mundo entero y las galaxias no descubiertas donde el
/capitalismo destruyó la vida tú a mí no me vas a joder porque hoy no hay discurso hoy es fiesta arpa cuatro y maraca
no te me resbales y me vengas con cuentitos yo soy un mismo rostro aquí en la China y en la Conchinchina pongo el dedo este de aquí el que señala
y me digo yo y me repito yo mismo soy tú eres tú me doy golpecitos en el cachete salgo de mi casa oliendo rico a buscar al pendejo que voy a joder que no seré yo sino un poema